viernes, enero 12

500 euros

Cuando salí del container se paró al lado mío un BMW bastante lujoso, y un tipo me dijo: “Guapo, que azul tan intento. Te pago 500 euros por una mamada”. Me quedé perplejo, pero pensé que esa pasta era el equivalente a unas diez mil galletas María, y acepté en el acto. El “cliente” quedó satisfecho, y me dio un llavero de una empresa de seguros de regalo. Pero cuando salí del coche se me acercaron diez señoritas de la vida de piel oscura y empezaron a tirarme piedras y a gritar que me largara de allí, que era su zona y que los chaperos se ponían en la otra punta del parque. Me escapé gracias a que paró un todoterreno y el dueño me abrió la puerta...